No fumas, vapeas. Comes purés. Dejaste las croquetas y las salchichas. Ahora te va la pasta de cocido, como a los niños. Compras donde te dicen que no eres tonto. Aprovechas todo descuento. Te avisan de la oferta por sms. Un 20% menos en tus compras. Un 75% menos en tu vida. Los controladores de contaminación no funcionan. Mejor. Ojos que no ven, pulmón que no siente. Hay que comprar un coche nuevo porque los antiguos matan. No pasa nada, te subvencionan. No hace falta esperar a las rebajas. El suelo de los parques infantiles es de goma. Los columpios también. Grandes inventos. Ya ni los infantes hacen la mili a la fuerza. El que se haga una brecha es bobo. Otras cicatrices da el existir. Ponte casco si vas en bicicleta. A poder ser fucsia, para que se te vea mejor. Si te roban la bici, no pasa nada, te compras otra. Nada de bollería industrial, cupcakes de diseño. La tortilla sin cebolla y hecha con huevina. Envasada al vacío, como tiene que ser. Cerveza light, mente al 0%. Cerebro sin materia grasa. No dejes de comprar lotería. Esperas alcanzar tu sueño: ir de vacaciones a un hotel donde no esté prohibido el balconing. Grandes ilusiones 2 por 1, pulsera todo gratis, veranea en Cancún. Comer pizza en la piscina es el paraíso. Los grupos de whatsapp son la máxima diversión. Intercambias fotos guarras, chistes verdes, cotilleos infundados, vídeos gamberros e imágenes de la quedada de anoche donde le diste bien al pimple. Retrato de una generación. De dos, de tres y de cuatro. Fotomontajes de otro siglo y dimensión. Sales a la calle en domingo para caminar por la zona peatonal. Te unes a una manifestación provida. A la que te digan. A la que toque. Apadrinas a un negrito, que en realidad es un blanco sentado en un despacho. Eres un animal social multipantalla. No envejeces porque te das cremas compradas en el Mercadona. Te sabes la canción. La tarareas sin parar. Donde esté un buen reality show que se quite un libro. Te interesan más otras vidas. Te evades de la tuya y encima te entretienes, lo que se dice un plan perfecto. Desprecias el arte que no entiendes, es más importante una pensión y un seguro de vida, ¿a qué aspiras? Cultura verbena, cultura fritanga. Sexo en la red. Drogas con red. Todo vale por prescripción facultativa. Trabajas el doble para ganar la mitad, un signo de felicidad. Ansías tu premio, la cena de empresa y el party bus. No te salgas de la rutina, no vayamos a tener un disgusto. Te van las colas en el cine, en urgencias, en la discoteca, en el banco, en la vida. Si hay aglomeraciones es que el sitio merece la pena, pero en medio de la calle procuras no formar grupos de más de tres. La policía limpia la basura. El ejército vela por tu siesta. No vas a misa porque hay que madrugar. Eliges bien el color de la normalidad. Reciclas, luego existes. Como mucho fast food una vez a la semana. ¿Comida divertida? Los excesos se pagan. Hacienda también. Señalas al que rompe las reglas, al que mea en la calle, al que se rasca las pelotas, al que no tiene una nómina. Ciudadano ejemplar vale por dos. Igual así no te tocan los ahorros. Abrazas tu recompensa. El amor todo lo puede. ¡Feliz Navidad!