Hay dos tipos de publicidad, la buena y la mala. En esto de la música, ante la dificultad de discernir, lo normal es decir que sí a todo con la esperanza de que las cosas salgan bien.
Éstas son algunas de las cosas que yo he aprendido, por si les sirven a alguien. Naturalmente yo las hice todas, y peores. Siempre hay excepciones: más que unas normas son unas directrices generales.
1. No hablar mal de otros grupos. Si hablas mal de un grupo, ése será el titular y dará igual el resto de lo que hayas dicho. Además nadie te lo agradecerá: los fans del grupo te odiarán y los “haters” no necesariamente simpatizarán contigo. Si el grupo es más famoso que tú, quedarás como un envidioso. Si no, como un matón.
2. Las entrevistas por mail son mejores que las entrevistas por teléfono. Muchos periodistas prefieren el teléfono porque buscan la espontaneidad, tienen ocasión de repreguntar, etc. Para mí la ventaja del mail es que puedes elaborar la respuesta y contestar cuando te dé la gana, no tienes que estar atado a una cita. Resulta más difícil manipular tus declaraciones, y puedes pensar qué titular quieres dar. Además el teléfono calienta la oreja y cansa la mano.
3. No seas un tertuliano. Si puedes evitarlo, no hagas reportajes ni declaraciones sobre artículos de opinión: Música e Internet, el indie en España, ropa que te gusta, políticos rockeros, etc. Cuando aparezcas en medios hazlo sólo para hablar de tu trabajo.
4. No hagas spam. Nadie quiere escuchar a un grupo que está pidiendo todo el rato que le escuchen. Los puntos 3 y 4 se resumen en una idea básica: no seas pesao. Si interesas, ya te buscarán.
5. No hagas reportajes colectivos. Si por ti mismo no interesas, déjalo correr. Normalmente, en los reportajes colectivos solo interesan un grupo o dos, y el resto está de relleno. La cosa suele ser así: “Periodista: Oye, quiero hacer una entrevista con Los Chinguiriplongos, que me caen muy bien. Jefe Redacción: Ok, pero no los conoce nadie, ¿no puedes vestirlo un poco, no sé, haciendo un reportaje sobre la nueva ola de grupos de calvos con coleta, que va a romper?“.
6. No hagas discos de versiones. Son discos hechos para ganar dinero fácil por el método de usar el nombre de un artista importante y a unos cuantos grupos a los que se les ofrece “difusión”. No suelen pagar el estudio de grabación, y, en esas condiciones, lo normal es que el resultado sea pobre. Son como esas antologías de “500 poetas españoles actuales”. Cada poeta se compra 5 para regalar y al final venden un montón. Si haces una versión, mide tus fuerzas. Respeta a los clásicos. Las comparaciones son odiosas.