Vamos a ver a la Negra…

El camino salta y nada importa,
Raíles de soles muertos que gritan
En la sombra de lo eléctrico
No te prohíben el cuchillo de la indiferencia.

Para escoger el norte
Siempre la Noche,
Que nos embriaga con su geometría,
Como un rehén de la desolación.

Arrebátate al color y vuela
Con el susurro de los enjambres
A otros tiempos perdidos
Para mejor abismarte…

Ilumina entonces
Con la decepción,
Y en el fulgor de la lucidez,
La trama ardua:
El rastro del Océano
Que se desarma inexorable.

Somos un verso,
Niebla
Que agrieta el espacio
Con las escamas de tu mirada.