Usted no es una persona normal. Se lo vamos a restregar por la cara a todas horas, cada segundo de su desequilibrada existencia. Que le quede bien claro. Que le entre bien en la cabeza. Hasta el fondo. No piense, ni por asomo, que vamos a cansarnos de señalarle con el dedo. De decirle las cosas de frente, a voz en grito si es preciso. De cuestionar lo que hace, cada músculo que mueve, cada palabra que emplea. No vamos a cesar en nuestro empeño de transmitirle la idea de que no encaja entre los nuestros. Además, no existen los suyos. No queremos que existan. Son el infierno. No vamos a amedrentarnos ante cualquier atisbo de genialidad que pretenda convencernos de lo contrario y venga de su parte. Usted no es una persona normal. Vamos a explicárselo constantemente en su vivir cada día, con esquemas e imágenes. A cada paso que dé, en cada decisión que tome, nos vamos a encargar de recordárselo. Estaremos ahí siempre. Usted no es una persona normal. Está fuera de juego. No pertenece al resto. Antepone sus intereses. No es normal. Nada normal. No tiene pareja estable ni trabajo fijo. No vive la edad que tiene y le gusta disfrutar de la soledad. Vuelca su energía en labores innecesarias para su disfrute personal. Tiene la desfachatez de llamar profesión a lo que le conviene. Confía en sus ilusiones. Apuesta por los cambios y nadie le ha dado permiso. Es usted perfectamente prescindible en esta sociedad. Es un ente estridente. Su modus vivendi se aleja conscientemente de la realidad. Esquiva las reglas. Pretende divertirse a cada paso. No hace lo que se le pide en cada movimiento. Adolece de credibilidad frente a las costumbres imperantes. Usted no es bienvenido. No intente comprenderlo todo. Apártese. Ni se le ocurra cotejar esta información y menos denunciarla. Sobran los comentarios. Usted no es una persona normal.
Usted no se integra en ningún sitio. Usted está en tierra de nadie. No simpatiza extremadamente con las pasiones mayoritarias y evita pasear por los centros creados para su bienestar. Tiene la osadía de cumplir con su palabra a nuestras espaldas. Venera la amistad con otros miembros de su especie. Todo ello sin recibir órdenes. Usted no es una persona normal. Su bagaje sentimental es extremo. Muestra sensibilidad de manera incontrolada. La inteligencia emocional persiste. Sus relaciones no atienden a lo estipulado. Usted sobra aquí. No pretenda engañarnos más. Su planteamiento de vida no cuadra. La farsa ha llegado a su fin. Es usted un eslabón perdido en la cadena de favores. No es normal. Nada normal. Piensa demasiado. Habla más de la cuenta. Opina. Se sincera. Nunca va a ser feliz. Jamás. Usted no es una persona normal. Carece de hipotecas. No ha replicado genes. Por no tener no tiene ni coche. Viaja con la mente. Se desinhibe con frecuencia. Busca la naturalidad como si fuera importante. Camina por donde no le toca. Se evade a su antojo. Emplea su tiempo en beneficio propio. No cuenta con nosotros. Existe sin necesitarnos. Su comportamiento deja mucho que desear. Quiere ser diferente sin consultar. Cállese. Pregunta demasiado. Acepte que es una anomalía a extirpar. La civilización no necesita sujetos como usted. Si no existiese, todo seguiría igual. Incluso mejor. No respire, háganos el favor. No es útil. No es productivo. No consume según lo pactado. Está usted fuera de nuestro sistema, no se está quieto en la plataforma mecánica. Quizás esté en paz consigo mismo, pero no con nosotros. No es normal. Nada normal. No lo es. Márchese. Váyase para no volver. Escóndase por toda la eternidad. No vamos a cansarnos de recordárselo. No necesita más señales. Está usted muerto. Usted no es una persona normal.