Baréin

En las naciones comerciales los impostores ocupan el lugar más alto en las profesiones; ellos son los más grandes enemigos del genio.

William Blake.

Los acontecimientos desarrollados en los últimos meses en el mundo árabe-musulmán: comenzados en Túnez, continuados en Egipto y Libia, extendiéndose ya a Siria y otros lugares han llegado también a la península arábiga. Queda aún por ver si responden a factores internos espontáneos, de matiz supuestamente democrático y emancipador, o son meros desarrollos inducidos por un plan geopolítico a largo y mediano plazo impulsado por las potencias occidentales. La aberrante guerra declarada a Libia por un tándem de potencias europeas aliadas con los Estados Unidos (OTAN) y los Emiratos Árabes Unidos, con el garante de unas Naciones Unidas cada día más anacrónicas, inclina a suponer lo segundo. En el mundo real, muy lejano del “horizonte Alicia” de la ideocracia dominante en Occidente, lo que imperan son la ambigüedad y la complejidad. Las causas justas y evidentes quedan relegadas, en las mentes lúcidas, a los westerns de los años 40-50. Estos eventos han sido aupados mediáticamente en Euro-USA con un propósito obvio de desviación de la atención de la opinión pública, como se hizo con el fenómeno WikiLeaks, por los defensores de un establishment comprometido con una gestión de la crisis económica claramente opuesta a los intereses de la amplia mayoría de sus poblaciones.

Analicemos con cierto detenimiento lo ocurrido en Baréin. Este pequeño país (665 km2), constituido por 33 islas y situado en la parte de occidental del Golfo Pérsico, ha sido escenario de una serie de algaradas que han tomado como modelo lo ocurrido en Egipto. Pero Baréin no es Egipto, su población no llega a un millón y medio de habitantes, y la intervención de un pequeño cuerpo de ejército procedente de Arabia Saudí y de otros Estados del Golfo ha puesto punto final a la “supuestamente democrática” revolución. Los muertos no han llegado a treinta y cuatro y los heridos hospitalizados a cien, a pesar del dramatismo con el que la prensa mundial ha difundido continuamente las imágenes que le ha petado emitir. La clave de bóveda del conflicto nace del entreveramiento de lo religioso con lo geopolítico. Baréin, la antigua tierra de Dilmun 1, está, como lo estaba Irak, dividido entre sunitas y chiitas. Irán reclama, desde bastante antes de la llegada al poder de los ayatolás, al territorio como provincia 2.

La Quinta Flota norteamericana tiene su sede allí, casualmente. Este antiguo protectorado británico tiene una monarquía constitucional, un sistema bicameral y elecciones periódicas, las mujeres pueden votar y el paro no llega al cuatro por ciento de la población. Su situación social y económica, como la de Libia, es bastante mejor que la que soportan los españoles, los griegos o los portugueses, por poner algún ejemplo a vuela pluma. Estos últimos, sin embargo, no lo dudamos, dotados de una democracia ejemplar (sic).

La democracia como panacea (para otros, claro), y las “revoluciones de color” 3 consiguientes, auspiciadas vía redes sociales y manipulación mediática cuando no por la acción de especialistas en acciones clandestinas, constituyen las claves de la nueva estrategia de los impulsores de un despotismo planetario de matiz súper imperialista. Como en el caso de Tiananmen (MAL) en Pekín o la plaza de Tahrir (BIEN) en El Cairo los manifestantes se concentraron en un espacio abierto y simbólico de la capital (Manama) en este caso en torno al monumento a la Perla 4 que ha sido convenientemente demolido después por las autoridades 5.

El repelente e influyente miembro de la Hermandad Musulmana: Yusuf al-Qaradawy, residente en Qatar y familiar a los televidentes de Al Jazzeera (“su cadena amiga: aliados de las civilizaciones”), ha defendido los tumultos hasta que ha descubierto que los chiitas participaban activamente en ellos, dedicando después sus esfuerzos a condenarlos taxativamente. Gran parte de la población son inmigrantes traídos por los gobernantes en las últimas décadas para atenuar la influencia de los mayoritarios chiitas. Algo parecido a lo que hacen los chinos con el Tíbet, han hecho a su manera los israelís en Palestina y pretenden hacer con Europa, utilizando a los musulmanes, sus clases dirigentes. Dividir para vencer y gobernar por el vientre. Salarios bajos y soldados abundantes ¿Alguien da más?

Todo este fregado delirante en el cual se nos quiere involucrar emotiva y económicamente, amen de militarmente, es un repulsivo montaje que incita la llegada al poder, eso sí: con credenciales supuestamente democráticas, a todo tipo de farsantes vinculados a diversas ramas de la superstición islámica. Esta última absolutamente tumefacta tras la aparición de los ayatolás en Irán, sumos pontífices de un chiismo de opereta, y el abyecto wahabismo saudí muy similar en su desarrollo al cristianismo calvinista convenientemente secularizado vehiculado por ciertas logias francmasónicas anglosajonas.

Europa necesita, para poder competir con China y Rusia económicamente, incorporar a las masas mediterráneas norteafricanas como mano de obra y potenciales soldados futuros, para lo cual es preciso hibridar con el Islam. De ahí la obsesión de incorporar a Turquía y reislamizarla. Para ello es imprescindible un Islam moderado cuya aparición se favorece fabricando radicalismos extremos en los laboratorios de las agencias de seguridad.

Eurabia es la última etapa del superimperialismo anglosajón 6.

Un falso Mahdi 7 a la vista y la consiguiente difusión de un espiritualismo planetario, es decir: esclavitud para todos. Sin religión no hay tiranía duradera y sin energía no hay de qué.

Eurabia (Made in USA) vs. Eurasia…

Continuaremos informando.

1 Ya hace más de 4000 años, mucho antes del hallazgo del petróleo en los años 30, se hablaba de estas tierras, la Tierra de los Vivientes, en antiguas tablillas de arcilla encontradas en el templo dela diosa Inanna en Uruk.

2 Ya entre el siglo VI y III a.C. el imperio aqueménida controlaba esta región. Era parte de Persia cuando el Islam llegó en el siglo VII d. C.

3 Montajes de las potencias occidentales en los que se incentiva el conflicto interno en sociedades a las que se quiere debilitar por motivos geopolíticos, recurriendo a métodos supuestamente pacíficos basados fundamentalmente en la desinformación y la agit-prop. Serbia, Georgia, Ucrania, China, Irán, etc.

4 La pesca de perlas era, antes del oro negro, una de las fuentes de riqueza de este país.

5 Por lo demás era un engendro digno de nuestro tiempo. Lo van a reconstruir con luces de semáforo.

6 El Vaticano participa en la sombra con furor en este proyecto neo imperial.

7 Oxímoron.

Frank G. Rubio

El Butano Popular © 2012

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