El Butano Popular

Librepensamiento y explicaciones

Fotos del móvil (II)

Miguel Noguera Cortado gigante— 18-01-2013

Voy a seguir un rato con las fotos del móvil, ¿vale? Tengo varias… Sobre todo os traigo cuerpos inertes y famoseo.

Abramos con María Teresa Campos. Su ropa me tiene en jaque. No he visto disonancias estilísticas más exquisitas. De verdad que descubrir sus vestidos y accesorios es como asistir a un seminario de fintas 1. Pero no voy a hablar de la ropa, solo quiero que notéis como, de tan finas, las arrugas entre sus pechos parecen vello:

Pelo liso y largo exhibido sin pudor. Una pizca de testosterona, el secreto estilístico de María Teresa.

¿Y esta mierda rara que vi en un suplemento del periódico? David Bustamante nos presenta un pañuelo 2, ¡tócate la mandarina!… Un pañuelo rígido que le nace, o se le clava, en el codo. Como si siempre lo llevara ahí enganchado 3. Resuenan ecos remotos de Spiderman, de tío resuelto, ¿quieres un pañuelo? Voilà! Me lo saco de donde quiero… El tema del héroe está muy presente en Bustamante. Por ejemplo, mirad cómo mira. Yo lo llamo la mirada fluorada:

La mirada de un loco. Contrae el párpado inferior como los periquitos y se sumerge en el delirio. Ya no es mirada, es mentol. Puros rayos de flúor que atraviesan la realidad y se refugian en el romance eterno.

El cartel del último espectáculo de Màgic Andreu. Vaya broma macabra. “Os presento al último conejo de la chistera: MI PROPIA MUERTE.” El tío se mueve entre el humor negro y la sensiblería. “Queridos niños, me temo que ha llegado el momento de abordar las últimas cuestiones. Comprendo que la sorpresa os resulte amarga, pero todo tiene un final.” Aplaudo tu honestidad y tu desenfado, Doctor Màgic Andreu (le añade un título de más).

Y cerramos con Ortega Cano. El otro día me estaba cortando el pelo con la máquina en el lavabo, y en el papel de periódico que servía de cobertor-recogepelo había un artículo sobre el torero:

(Os juro que el pelo cayó alrededor de la cabeza del maestro, yo no toqué nada).
El artículo iba sobre el accidente de tráfico que tuvo Ortega Cano meses atrás cuando conducía ebrio; el ocupante del otro coche murió, y ahora tienen que juzgar a Ortega Cano, etc. ¡Joder!, me parece graciosísimo que los medios utilicen la metáfora taurina haga lo que haga un torero en la vida. Estamos ante otra broma macabra, no me jodáis. Están diciendo claramente que la hostia que se metieron esos dos pobres diablos formaba parte de la faena de uno de ellos, el que estaba borracho. A veces los toreros nos llevan por senderos oscuros con su arte interdisciplinar. —¿En qué está trabajando ahora, maestro? —Estoy preparando mi próxima corrida: UN CHOQUE FRONTAL… —Pues na, le deseo toda la suerte del mundo… De hecho, no sé por qué dicen que esta es su peor faena, ¿qué falló? No me vengáis con que la faena original consistía en llegar a casa sano y salvo, eso no tiene ningún sentido.

1 He llegado a verle unas tostaditas untadas de Nocilla a modo de pendientes. Así de duro es su juego.

2 Según explican, lo ha diseñado él mismo por solidaridad. El motivo representa un estallido concéntrico de notas musicales. —David, va, ¿qué hacemos con lo del pañuelo solidario? —Hostia, es verdad… Estaría bien que salieran notas musicales de colorines… Como si al sonarte sonaras, ¿sabes lo que te quiero decir? Como si en vez de moco te saliera la música entera de la nariz, como una trompeta, ¡MOOOOC! ¿sabes lo que te digo? ¡Ja, ja, ja! ——De acuerdo, David, me parece perfecto, ya lo arreglamos con el diseñador… Otro tema. Gandía, ¿qué hacemos con Debussy? El contacto que tenemos no sirve, el tío no contesta… (Ni siquiera saben que está muerto).

3 La presentación rígida de pañuelos y otras telas. Es lógica, la entiendo y la acepto. El pañuelo debe saludarnos sin dobleces, luego ya habrá tiempo para la topología…, pero por mucho que actuemos como si nada, por mucha adultez que queramos echarle al asunto, la paradoja persiste y nos quema. No podemos ignorarla: es un jodido pañuelo, no un tablero. Gracias a dios, el pañuelo rígido siempre irá acompañado del chirrido de la paradoja.

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