Esto es sobre las gracietas que se hacen en las secciones de COMENTARIOS de los periódicos digitales, esas en las que el humor sobreviene a resultas de picaruelas modificaciones, adiciones o sustracciones de letras en el nombre de un ciudadano, un partido o una entidad.
En el género, lo que importa es ver quién sale más ingeniosón y a ver en cálamo de quién es el lenguaje plata mejor repujada. He aquí una selección de taradeces concebidas (a buen seguro) con la mejor intención y (se nota) con mucho esfuerzo y mucho retorcer el caletre para conseguir el mejor efecto.
Mariano Rajao
El Gabinete “Maligari”, que no Caligari.
Sociolistos
PSOEZ
GEES Ta Ppillo
Suciolistas
PPatéticosPPayudar
Rub —Al— Kaaba
Mari Ano
Escuojonarse
La portavoz esa de nombre la Pajas
La vice Vogue
Moncloaca
Expaña
Izmierda
María Pelleja Fernández de la Vieja
Barbie Vice Primate
Caca-luña
PPedorros PP€rros
ZapatiE(s)TA
Zpatético
zETAparo
Zpuerro
PutaPena
A-ido
Gregorio Heces Barba
Sic, sicón y mil veces revisado sic oncio.
GEES son las siglas de Grupo de Estudios Estratégicos. Escuojonarse es para meter lo de la cuota. Maligari es como para decir que son malos, así va su mecánica. El de Moncloaca lo apunté a la tarde y lo entendí a la noche. Lo de Zpuerro sigo sin pillarlo, pero igual es mejor así.
Ahí queda eso. Daría el bazo por ver las casas de quienes concibieron tales ocurrencias. Por conocer a sus hijos, por hacer el camino que recorren nuestros hombres hasta sus puestos de trabajo, por tumbarme en sus camas un rato, por ponerme sus calcetines y andar una tarde ahí subido.
Como se ve, las pamplinadas consignadas hacen referencia a dos partidos políticos de todos conocidos. Pero se queda uno con la impresión de que esa no es la cesura real. La verdadera la componen también dos grupos, a saber: el de los que escriben estos donaires; y el otro, formado por el resto del mundo, todos los otros seres humanos que no son ellos.
La cosa está en quedarse mal pensando en que hay una comarca en la que confluyen los miembros de ambos partidos. Aquella en la que todo escribiente se amarra a la máquina, se pone a ello y, llegado un momento, se dice “esto me está quedando de morirse de risa“. Cualquiera de nosotros es candidato a que el de Mari Ano o izmierda nos lea y se malicie lo de “mira el payaso, se encuentra ocurrente. Está a ver si él es el del cálamo y la plata. Me voy a escribir unos marbetes, que yo sí que me doy mano“.
Y vuelta a empezar, y por ahí sigue, en círculos. En cír-culos; qué fiesta, ha dicho culos.